Encendemos el interruptor A, y la mantenemos encendida la bombilla durante algunos minutos lo suficiente para calentarla; apagamos el interruptor A.
Encendemos el interruptor B y levantamos la tapa.
El interruptor B es el que enciende la bombilla que ahora da luz.
El interruptor A es el que enciende la bombilla que está apagada pero, que si la tocamos, está caliente.
El interruptor C enciende la bombilla que esta apagada y fria.